martes, 25 de enero de 2011

Helado de chocolate


Los corazones quedaron helados después del otoño. Había llegado el invierno y eran días en los que el aire helado cortaba las caras de los transeúntes como cuchillos afilados cortan un filete de sabrosa carne. Cada día que pasaba era más frío y desangelado.

No conseguían entran en calor por muchos ropajes que llevasen puestos. El frío venia del interior de sus delgados cuerpos, así que poco podían hacer para evitarlo.

Un día, ambos estaban en un mirador de un pequeño pueblo, estaban ensimismados con las impresionantes vistas que les ofrecía la naturaleza.

Estaban abrazados. Él la cogía con fuerza por detrás para ofrecerle protección y seguridad y ella simplemente se dejaba abrazar por la ternura que le ofrecían aquellos hermosos abrazos.

Él de vez en cuando besaba su cuello y recorría un temblor por ambos cuerpos similar a un terremoto. Era como si un tsunami de emociones recorriera todos los rincones de aquel lugar.

Tenían la sensación de estar comiendo un helado de chocolate en el que primero ella sorbía con delicadeza ,lo saboreaba intensamente y las endorfinas que les provocaba aquella mezcla de sentidos les hacían sentir un calor que provenía del interior.

Helado de chocolate con una textura única. Un sabor placentero que recorre todo el sistema nervioso, desde la punta de la lengua hasta los dedos de los pies.

Mmmmm....quiero comer chocolate, en tu compañía, a la luz de la luna y en ese mirador donde aunque haga frío y esté oscuro con tus brazos siento calor y luz.

Quiero chocolate, dulce chocolate!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario