viernes, 4 de marzo de 2011

Montaña Rusa


BIPOLAR


"… Tenemos, todos los que vivimos, una vida que es vivida y otra vida que es pensada, y la única vida que tenemos es ésa que está dividida entre la verdadera y la errada. Cuál sin embargo es la verdadera y cuál la errada, nadie nos lo sabrá explicar; y vivimos de manera que la vida que tenemos es la que tenemos que pensar Fernando Pessoa”.


Esta reflexión de este poeta, traductor portugués describe la forma de vivir de todos los que habitamos la Tierra. Yo después de leerla estoy segura que todos somos bipolares, todos tenemos momentos de locuras, de manías, de depresión, de euforia, de una increíble energía o de un agotamiento físico exagerado en el día a día.
El problema de los que padecen esta enfermedad es que todos esos picos son demasiado cambiantes. Suben y bajan en los estados de ánimo como lo hace un vagón de una montaña rusa. Sin control de velocidad, sin control de gravedad, con las melenas al aire descontroladas. El viento golpea las caras cambiando sus formas. Son estados de ánimo que por supuesto afectan al estado físico, sintiendo un dolor corporal que supera los límites de lo que el cuerpo puede llegar a aguantar. Levantarse en un día así es todo un logro.


¿Qué sensación tenéis cuando bajáis de una montaña rusa?

¿Cómo os sentís?

Voy a describir como me siento yo al bajar de una montaña rusa:

Antes de subir, me palpita el corazón, como un tambor resuena en mi caja torácica. Conforme voy ascendiendo por la escalera, mis piernas tiemblan de la emoción mientras río a carcajadas sin saber porque. Cuando me siento en el vagón pienso, ya no hay vuelta a atrás. Me colocan ese arnés que aprieta mis entrañas y que encoge mi corazón con un gran dolor..pero me gusta. La montaña se pone en marcha y el "tac...tac...tac..." de los raíles me dice.."Ahora si que no puedes bajar de aquí, así que tomatelo con calma e intenta disfrutar". Que fácil, se ve.

Entonces empieza a toda velocidad, sube ...baja...a un lado...a otro...cabeza arriba...cabeza abajo...Y todo esto sin ver practicamente nada. Solo oyes gritos, desesperación de algunos, llantos de otros...y alguna descomposición estomacal. Y por fin ...el silencio.
Bajo aturdida, amoratada, desgastada, golpeada, sin fuerzas, no puedo comer porque mi estómago no lo permite...y solo quiero dormir y descansar....
Mucha gente me acompaña en esta gran montaña rusa, pero no todos bajan de ella como lo hago yo. Algunos pasan por mi lado y ni siquiera me ven. Otros se preocupan por si estoy bien e intentan animarme y ayudarme a superarlo y a afrontar la próxima montaña rusa de otra forma y con más valentía..Gracias a todos ellos, cada vez me cuesta menos subir a esta atracción.




La vida es una gran montaña rusa, pero a unos les afecta más que a otros.
Podemos hacer grandes cosas, no somos locos, somos gente normal como tú...la única diferencia es que nuestro forma de recibir todo lo relativo a lo afectivo, se puede comparar con pulsar el botón de "on" de la montaña rusa. Así que intenta pulsarlo con delicadeza.
(Dedicada a todos los que padecen Trastorno Afectivo Bipolar)

Hanna

2 comentarios:

  1. Seres sensibles que en cada centimentro de su piel, se encuentra su corazón...sintiendo fuertemente los abrazos ,arrastrandolos a unas emociones magicas inimaginables y brutales...y amoratandolo cuando un golpe ,cuando un puño toca su piel...
    Corazones andantes ... personas estupendas que solo necesitan un aliento para no caer y dejar de sonar...
    Besitos y magnifico texto.

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  2. Gracias amol, por tu visita y por tu comentario. Me ha llegado en forma de abrazo!
    Un besito!

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