Triste princesa...

" Me asomé al ver la luz brillante de tu mirada, me pillaste totalmente desarmada y me robaste lo único que tenía...mi alma. Como mi alma te pareció poca cosa, regresaste para arrancarme el corazón y las entrañas. Me dejaste vacía y el silencio más aterrador llegó a mi como un sonido diáfano..Ser una princesa, el sueño de cualquier niña. Ser una princesa con castillo, corona y príncipe....."

La tristeza en sus ojos era delatada por sus constantes lágrimas de cristal. Era la princesa de la tristeza. Vivía encerrada en un palacio oscuro, donde solo existían las obligaciones. No podía jugar, no podía tomar decisiones, no podía salir al jardín porque era constantemente vigilada. No podía vestirse con aquello que favorecía y eso le hacía sentirse mal...por eso le llamaban la princesa de la tristeza.

Cuando nadie la veía se acostaba a la luz de la luna, bajo el manto de las estrellas pensaba como podía acabar con aquella vida oscura donde solo de vez en cuando había un ápice de felicidad.

Llegó un momento que eso ya no le servía, se había hecho mayor y no pudo disfrutar de su niñez, de su juventud ni de su libertad. Estaba muy delgada, casi transparente. Sus ojos reflejaban miedo.

El tirano que la tenía presa abusaba de la inocencia de aquella triste princesa. La princesa cayó enferma, su respiración estaba muy agitada y su latido cardiaco parecía un tren a punto de partir. Entonces empezó a sentir el verdadero miedo. Miedo por continuar viviendo, miedo de plantarle cara al tirano.
¡Se acabó! - Se dijo a si misma. Entonces decidió matar al tirano con sus propias manos. Se fue a dormir y cuando él se acercó le clavó una daga en el pecho arrancándole el corazón.
Moribunda, encontró a aquel rey que había soñado, cuidó de ella para que se recuperara de su tristeza, le hacía sonreír, sentir, vivir y soñar...El castillo no era tan grande como del que ella provenía...pero era el mejor castillo que puede tener una princesa.

Dicen que el primer beso, es la rendición a cualquier historia de amor..así que si no te quieres rendir...mejor guardártelo...
Hanna..