Estas dormido en el salón yo escucho tu respiración...te observo durante horas mientras duermes, ajeno a las preocupaciones. Únicamente cuando te mueves, me quedo sin aliento para que no te despiertes, quiero que sigas dormido para continuar contemplándote. Cuando te rozo es cuando siento que no necesito nada más que lo que tengo ahí...Nada mejor que tu.
A media luz, siento tu felicidad mientras sueñas, la tranquilidad de estar junto a ti es tan inmensa que no se puede explicar con palabras, todo el mundo debería sentir esa sensación de plenitud en su interior. Acaricio tus suaves manos y recorro tus dedos sin que tu ni siquiera seas consciente de ello. Disfruto esos minutos, quizás horas. Nuestros pies se enredan en caricias como si necesitasen caminar juntos por siempre. Disfruto ese momento de sueños maravillosos, donde nadie puede entrar, donde nadie puede mirar, solo yo y entonces me doy cuenta que no necesito nada más de lo que tengo ahí...Nada mejor que tu.
Me quedo dormida aunque no quiero tengo miedo de dormirme y que cuando despierte no estés aqui..Pero desgraciadamente ocurre ...y al despertar no estás y me muero porque me visitan los celos. Celos..ese sentimiento de odio, rencor, miedo, sufrimiento....¿Cómo una sola palabra puede encerrar tantos sentimientos? todo ello simplemente porque no sé donde estarás, ¡ ni quiero ! ...pero realmente muero por dentro en un mar de lágrimas.
Pasa el tiempo, miro mi teléfono por si vuelves a llamar, por si quieres venirme a buscar, pero no hay mensajes, ni llamadas..la desesperación de mis celos por no tenerte dormido en el salón van en aumento. De repente apareces, trayendome flores y pidiendome que algún día me perdones por no saber decirme adiós...te tengo tan cerca.. me rozas, sin darte cuenta te cuelas por todos los huecos de mi cuerpo. No puedo articular ni una sola palabra, el sufrimiento por no tenerte me ha dejado muda...
Cuando mis labios callen, entonces sabrás que mi mente anda demasiado ocupada pensando en ti para poder hablar.....Hanna
A media luz, siento tu felicidad mientras sueñas, la tranquilidad de estar junto a ti es tan inmensa que no se puede explicar con palabras, todo el mundo debería sentir esa sensación de plenitud en su interior. Acaricio tus suaves manos y recorro tus dedos sin que tu ni siquiera seas consciente de ello. Disfruto esos minutos, quizás horas. Nuestros pies se enredan en caricias como si necesitasen caminar juntos por siempre. Disfruto ese momento de sueños maravillosos, donde nadie puede entrar, donde nadie puede mirar, solo yo y entonces me doy cuenta que no necesito nada más de lo que tengo ahí...Nada mejor que tu.
Me quedo dormida aunque no quiero tengo miedo de dormirme y que cuando despierte no estés aqui..Pero desgraciadamente ocurre ...y al despertar no estás y me muero porque me visitan los celos. Celos..ese sentimiento de odio, rencor, miedo, sufrimiento....¿Cómo una sola palabra puede encerrar tantos sentimientos? todo ello simplemente porque no sé donde estarás, ¡ ni quiero ! ...pero realmente muero por dentro en un mar de lágrimas.
Pasa el tiempo, miro mi teléfono por si vuelves a llamar, por si quieres venirme a buscar, pero no hay mensajes, ni llamadas..la desesperación de mis celos por no tenerte dormido en el salón van en aumento. De repente apareces, trayendome flores y pidiendome que algún día me perdones por no saber decirme adiós...te tengo tan cerca.. me rozas, sin darte cuenta te cuelas por todos los huecos de mi cuerpo. No puedo articular ni una sola palabra, el sufrimiento por no tenerte me ha dejado muda...
Cuando mis labios callen, entonces sabrás que mi mente anda demasiado ocupada pensando en ti para poder hablar.....Hanna
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