miércoles, 20 de julio de 2011

El sabor de las cosas


A menudo nos preguntamos el sabor de las cosas. Nos dan a probar un helado o un postre y preguntamos ¿de qué es? ¿a qué sabe?. Pero, a mi me gusta ponerle sabores a las cosas que me ocurren, a veces son dulces, a veces amargas, a veces ligeramente ácidas, o agrias. También me gusta opinar sobre ese sabor, diciéndome..¡Pues no era para tanto!, o simplemente, ¡Estaba bueno, pero me ha dejado un sabor extraño! , ¡ Repetiré, me ha gustado muchísimo! La vida está llena de sabores que no empiezan ni acaban en nuestras bocas, lenguas o papilas gustativas.

Sabor dulce.

Una tarde soleada de verano dos amigas caminaban tranquilamente por un paseo cercano al mar. Las acompañaba un pequeño niño con unos vivos ojos y una sonrisa pícara pero agradable. Las chicas iban charlando disfrutando del olor a salitre y de las vistas que no se limitaban al horizonte y al bello mar, de vez en cuando topaban sus miradas con algún musculado bañista que atraía la atención de ambas. Las risas de complicidad de ambas ante aquellas "vistas" era como un lenguaje secreto. El niño, caminaba ensimismado en el compás de unas sandalias nuevas de esas de meter el dedo y como no estaba acostumbrado tropezaba y las perdía de vez en cuando. Entonces se agachaba a colocárselas correctamente interrumpiendo a algún que otro despistado que tenía que esquivarlo, eso incluso casi le causa un accidente. Un muchacho entradito en carnes, tropezó con el niño y saltó por encima casi cayéndole en la espalda.
Las amigas y el niño, continuaron y se pararon en una terraza a tomar un refresco. La camarera era rara y solo hablaba holandés ¡No sabía ni lo que eran unos cacahuetes! - ¿Nos trae unos cacahuetes?, le dijeron- y solo repetía rekerekereke!! En fin, toda una aventura tomar una simple cola.

Entre risas planificaron los siguientes tres días de sus vidas, habían conseguido entradas para el concierto de sus sueños. El niño solo se limitaba a darles besos, sonreír y escuchar. Abrió unos cuantos azucarillos y se los tomó chupándolos entre sus dedos y las amigas solo podían reírse de ver como disfruta un niño con un simple azucarillo.

Esta ha sido una tarde con sabor dulce. Dulce por la compañía, dulce por las risas, dulce por la cola aunque sea ligth, dulce por el olor a libertad y dulce por esa entrada del Low Cost Festival!

Hanna

2 comentarios:

  1. yuhuuuu¡¡¡¡¡¡ Que hace grande a algo o alguien??? Seria uan simple coca cola, pero fue un rato magnifico...gracias¡¡¡¡¡ ;)

    ResponderEliminar
  2. jeje...lo que hace grande a alguien o a algo..no es lo que hace si no como lo hace!!! yuhuuuu!!!! estos son los mejores sabores de la vida!
    Gracias a ti por saborearlos conmigo!!! Muakkk!!!!

    ResponderEliminar